Tenía que ser VITERBO, la nueva capital turística del occidente de Caldas, el lugar donde se desarrolló el cuarto encuentro de Casas Rodantes.
Casi 300 casas rodantes, Campers, Remolques, Mini remolques, Van tours, todo tipo de Vehículos recreativos, minibuses, Caravanas, importadas o nacionales, hechizas o fabricadas en talleres especializados, se dieron cita en lo que se ha convertido hoy Viterbo, como paraíso turístico en franco despegue hacia el desarrollo de esta importante región.
Y decimos que tenía que ser allí, en un ambiente cálido de los 1.000 metros sobre el nivel del mar, la temperatura perfecta donde la oferta hídrica es exuberante y los suelos de la mejor calidad propios de la cuenca del Rio Risaralda, curioso porque es tal vez, el único Rio Colombiano que discurre de norte a sur, por entre cultivos de caña, frutales y lo mejor, que da lugar a escenarios idílicos como sitios descanso, tardes de pesca deportiva como Los Rosales y Cabo Verde, Balnearios, alojamientos rurales, zonas de camping, parapentismo y todo tipo de relax dentro del mejor ambiente de seguridad ciudadana.
Y es que la administración municipal de Viterbo, ha procurado desde hace algunos años, propiciar un ambiente distinto que el turista percibe apenas llega: no se observan indigentes, el pueblo se halla limpio, bien decorado desde la entrada en el TUNEL DE LOS SAMANES, cuyos árboles muertos se han convertido en estatuas parlantes de símbolos de la cultura, además, no permiten que los ancianos mendiguen en el parque porque para eso, la administración les provee todo lo necesario, para que su descanso en el parque no se vean mal vestidos ni pordioseros, como en muchos pueblos: es mas, nos contaron que han prohibido que las cafeterías les proporcionen alimentos, así sean invitados por los turistas.
El parque, uno de los mas bellos de Colombia, contiene el mas grande Samán, cuidado con esmero por todos los habitantes, como un símbolo de identidad, ganada a través de sus mas de 71 años de vida, puesto que fue fundado en 1951 por el religioso Nazario Restrepo y otros colonos de apellido Velasquez, Salazar y Gonzalez.
Muy cerca del parque se halla una casa considerada un icono: se trata de la Casa Cameloc, donde el artista Nelson Lopez y su hijo así como su colección de discos y antigüedades, algunas de las cuales representadas en la historia grabada en los ladrillos de su fachada, cuentan sin hablar, los sucesos del pueblo.
Pero volviendo al encuentro, nunca antes la población había recibido con tal agrado la cantidad de visitantes en sus casas rodantes: no solo allí, es que la caravana siguió hacia Risaralda, San Jose y Belalcázar, donde fueron acogidos con música, danzas, regalos y todo tipo de expresiones de cariño y simpatía, propia de las gentes de Caldas y de todo el Eje cafetero, en medio de los miradores del paisaje tan impresionante desde el filo de la cordillera donde se divisa con ojos de Halcón peregrino, la majestuosidad del Valle del Risaralda o del Rio Cauca, sus cultivos y ciudades. Nunca olvidaremos los gestos tan amables de los habitantes de esa región.
Definitivamente, esta experiencia de vivir en Van, o Casa Rodante y visitar el Occidente de Caldas, es para repetir cada fin de semana, puente, semana Santa o cualquier escapada de la agitada vida de la que se quiera escapar.
Marzo 2022
